sábado, 13 de noviembre de 2010

El ejercito colombiano ya esta en Honduras

Los secuestradores y los operadores de inteligencia que interceptan los teléfonos, correos electrónicos ahora están operando en Honduras y otros doce países


Por Dick Emanuelsson


TEGUCIGALPA / 2010-11-13 / En la foto abajo pueden ver los integrantes del GAULA, un grupo de Fuerza Especial del Ejército colombiano, enjuiciados por secuestro y asesinato en el departamento de Casanare, Colombia.

Es un departamento en donde los escuadrones de la muerte llamados AUC, Autodefensas Unidas de Colombia, hoy Águilas Negras, cooperaban armónicamente con el ejercito, las autoridades y con el DAS, la policia política secreta subordinada directamente al presidente colombiano.

Campesinos fueron y son asesinados y sus tierras “expropiadas” por el terrorismo para-estatal. Dirigentes sindicales de la USO, que organizan los trabajadores petroleros, uno de los sindicatos más combativos en Colombia, fueron asesinados por esa siniestra alianza por defender los intereses de sus afiliados en los campos petroleros del Casanare.

LAS AUC Y 3-16 & NEGROPONTE

Ahora GAULA esta en Honduras. No supimos a través de los medios hondureños sino a través de los medios colombianos. Declara un agente del GAULA en Honduras cómo fue el rescate de un lejano primo del señor Porfirio Lobo. Declara también el ministro de defensa colombiano, pero en la prensa colombiana [1].

Lo que no comentan son los asesinatos de siete hondureños que en esos mismos momentos fueron capturados, supuestamente por policías hondureños, captados en filmación del Canal 11 de Honduras y encontrados al día siguiente asesinados con señas de haber pasado una terrible tortura.

Varios de ellos, según declaraciones en Honduras, tenían un pasado como perseguidos durante la década de -80 cuando el hombre fuerte del país se llamaba John Negroponte.

Fue cuando comenzó a operar el gemelo de las AUC en Honduras, el “Batallón 3-16” bajo la batuta del capitán Billy Joya y general Gustavo Álvarez Martínez, éste último comandante de las FF.AA. hondureñas. Fue tío del actual ministro de seguridad, Oscar Álvarez.

El 3-16 comenzó a “capacitarse” en una base de la aviación en el sur de Estados Unidos donde llegaron una noche el 1980 al desierto y en donde fueron preparados para la Guerra Sucia durante seis meses por “profesores” argentinos, expertos de la “Operación Cóndor” y por agentes de la CIA. De vuelta a Honduras comenzaron sus operaciones sangrientas que en cierto modo ha vuelto.

Billy Joya fue asesor presidencial y ministerial al dictador Roberto Micheletti después el golpe de estado militar el 28 de junio de 2009 y según las fuentes sigue siendo un asesor.

El 13 de septiembre de 2009, el diario colombiano El Tiempo tenia un largo reportaje como llegó un hondureño a Colombia reclutando paramilitares de las AUC en el Magdalena Medio, la cuna del paramilitarismo colombiano.

Hay muchos testimonios de campesinos hondureños y de pobladores de los departamentos de Colon y Olancho que relatan que hay colombianos armados al servicio a los terratenientes que tiene una guerra feroz al campesinado organizado.

Me huelo tanto Colombia y su política de terrorismo de estado.

“LA CHUZADA” Y EL MICRÓFONO ENTRE LOS SENOS

Dice el oficial del GAULA, según el diario colombiano El Tiempo, que “los uniformados comenzaron a rastrear las llamadas que los secuestradores hacían a la esposa de Lobo Moya”.

Claro, los agentes de Uribe&Santos tienen experiencias que sobran. Están hasta el cogote por el escándalo “La Chuzada”, en donde Uribe ordenó todo su aparato del DAS-G3 de hacer seguimientos a sus opositores en la prensa, la Corte Suprema de Justicia y el movimiento popular colombiano.

Hablan ahora los jefes de la contrainteligencia y de “Análisis” que el DAS-G3 metían un micrófono al sostén de la señora que les servía el “tinto”, el café, a los integrantes de la honorable y honesta Corte Suprema de Justicia.

Los agentes del DAS, a través del micrófono, que estaba bien guardado entre los senos, pudieron escuchar las sesiones sumamente delicadas cuando la Corte discutía el caso del primo de Uribe, el congresista Mario Uribe, aliado de los paramilitares y los narcos en el departamento de Antioquia (con Medellín como capital). Hasta ahí, quizás mucho más, llegó la barbaridad de una mafia narco-oligarca que ha convertido a ese hermoso país a un estado mafioso.

ACUERDO URIBE-LOBO

Uribe llegó a Honduras tres días después que Porfirio Lobo asumiera la presidencia como resultado de unas elecciones el 29 de noviembre de 2009 que fueron reconocidas por nadie en el mundo, pese a los grandes esfuerzos que hizo el embajador estadounidense Hugo Llorens. Uribe solo quedó tres horas en territorio hondureño y llevaba un solo papel para que Lobo lo firmara prácticamente en blanco; Acuerdo de cooperación e intercambio de información en contra el terrorismo y narcotráfico, este último para darle más credibilidad.

El ejemplo abajo de los “Falsos Positivos” del GAULA, que no es otra cosa que fusilamientos de campesinos en donde toda la dirección departamental del GAULA en Casanare esta implicada, es solo un fragmento de tantos crímenes cometidos por ese grupo del ejercito colombiano.

Y ahora están en Honduras, haciendo “chuzadas” y operaciones como Pedro por su casa.

Con Santos nada va a cambiar. Él es el Padre de los “Falsos positivos” y más que un hondureño se pregunta si los siete hondureños asesinados fueron victimas por la modalidad de operar del GAULA y la tortura aplicada por las AUC & 3-16.

[1] Gaula apoyó rescate en Honduras de primo del presidentre Porfilio Lobo, Por El Tiempo.
http://m.eltiempo.com/justicia/gaula-apoyo-rescate-en-honduras-de-primo-del-presidentre-porfilio-lobo/8333647/1/home

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Tomado de Radio Santa Fe, Bogota:

Capturan por secuestro y asesinato a 7 militares en Casanare y a otros 6 por un caso similar en Córdoba

http://www.radiosantafe.com/2007/11/02/capturan-por-secuestro-y-asesinato-a-grupo-gaula-del-ejercito-en-el-casanare/

Noviembre 2, 2007 2:35 pm
(Estos son los integrantes del Gaula del Ejército enjuiciados por secuestro y asesinato)
–Dos grupos de militares en servicio activo, en dos casos separados, fueron cobijados con medida de aseguramiento por la justicia penal ordinaria por secuestro y asesinato de civiles en supuestas operaciones contra grupos guerrilleros.

En total, son 13 uniformados, entre oficiales, suboficiales y soldados, los implicados, siete de ellos integrantes del Gaula del Ejército en el departamento del Casanare y otros seis, de una patrulla de la misma institución en el departamento de Córdoba.

EL PRIMER CASO EN CASANARE

Toda la cúpula del Grupo Antisecuestro Gaula del Ejército en el departamento del Casanare, fue cobijada con medida de aseguramiento por un juez de la ciudad de Villavicencio por el secuestro y posterior asesinato de un civil identificado como Eduardo Pérez Vega.

La medida fue proferida por el juez Primero Penal Municipal de Villavicencio, Héctor Alonso Martínez y cobija al mayor Gustavo Enrique Soto Bracamonte, comandante del equipo; el teniente John Alexander Suancha Florián, el cabo segundo Gelver Pérez García y los soldados profesionales Elio Ernesto Celis Bedoya, Carlos Alfredo Bello Bolívar, Abdón Guanaro Guevara y Johny Higuera Moreno.

Los militares se encuentran detenidos en la guarnición militar de Yopal, mientras se define su situación judicial.

Los hechos sobre los cuales se les acusa a los uniformados ocurrieron hacia las 10 de la mañana del pasado 27 de julio, cuando el civil Eduardo Pérez Vega fue sacado contra su voluntad de una sala de Internet del barrio Ciudad Porfía, de Villavicencio, por cuatro hombres que portaban sus insignias y se identificaron como miembros del Grupo Gaula de Casanare.

Inmediatamente lo subieron a una camioneta azul Toyota Hi-Lux, con vidrios polarizados, cuatro puertas, de platón, en la cual lo condujeron por la via hacia Yopal.

Dos horas más tarde, el cuerpo de Pérez fue sepultado como NN en el cementerio de Corozal, Casanare y fue reportado por el grupo Gaula como “muerto en combate” con los frentes 27 y 28 de las FARC.

La salida de los militares con Pérez del Internet quedó grabado en una cámara de seguridad del sector y el transito de la camioneta quedó registrado en los peajes en la carretera hacia la capital del Casanare.

Además, en la Simcard del teléfono celular de la víctima (Pérez Vega) quedaron registradas llamada hechas por la hermana del cabo Pérez García.
De acuerdo con la investigación realizada por la fiscalía, el que ordenó y dispuso el desplazamiento del personal a Villavicencio fue el comandante del grupo Gaula, Gustavo Enrique Soto Bracamonte.

El teniente Alexander Suancha Florián, fue quien firmó la misión Jericó II, en la que se ejecutó el homicidio de Pérez Vega, con la participación de los otros tres soldados profesionales capturados.

Ninguno de los uniformados aceptó los cargos.

EL SEGUNDO CASO EN CORDOBA

–Seis militares en servicio activo fueron cobijados con medida de aseguramiento por la muerte de dos campesinos en un supuesto combate con un grupo guerrillero.

La medida judicial fue adoptada por un fiscal de Derechos Humanos, y afecta al teniente Edgar Andrés Santos Acevedo, y a los soldados profesionales Oscar Javier Berrío Correa, Jorge Luis Rivera Blanco, Henry Serpa Neiro, Gustavo Adolfo García, y Juvenal Carvajal Cruz, integrantes del Batallón de Infantería No.33, Junín, con sede en Montería, todos los cuales están privados de la libertad.

El fiscal instructor también vinculó al proceso, mediante indagatoria, al teniente Diego Beltrán Vega, y al sargento segundo Oscar Orlando Camargo Ortiz.

Según lo establecio la fiscalia regional, el 17 de febrero de 2006 los jóvenes Jhon Freddy Camargo Herrera y Darwin Antonio Rivera Clímaco quienes vivían en Caucasia, Antioquia, viajaron a Montería para trabajar en una finca, donde les pagarían mensualmente un millón 200 mil pesos.

Al día siguiente, 18 de febrero, Camargo y Rivera fueron reportados muertos en combate por tropas del Batallón Junín.

De acuerdo con la investigación, el particular Jhonatan Andrés Barrios Bautista, quien se acogió a sentencia anticipada, era uno de los encargados de contactar personas de bajos recursos para ofrecerles trabajo en fincas cercanas a Montería.

Una vez aceptado el ofrecimiento los futuros trabajadores quedaban en manos de un tercero conocido con el alias de “Bebé”, quien los enviaba a la capital de Córdoba.