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jueves, 22 de marzo de 2007

“Yo como sacerdote no sé disparar”

El padre Camilo de las FARC-EP detenido en Brasil fue capturado bajo acusaciones contradictorias y falsas, fabricadas en el ministerio de defensa en Bogota.

POR DICK EMANUELSSON

BOGOTA / 2005-08-30 / Uribe sigue la persecución en el exterior de supuestos integrantes de las FARC-EP y colombianos opositores. En Brasil fue detenido el Padre Camilo López, integrante de la Comisión Internacional (CI) de las FARC-EP que, según una jefa de la policía política del estado colombiano, DAS, el padre Camilo es acusado y buscado en Colombia por “homicidio y rebelión”.

Lo que el presidente no puede hacer en su territorio nacional, es decir, capturar jefes o mandos medios de la guerrilla, lo intenta de hacer con la ayuda de los policías de los países vecinos. Por eso suena un poco chistoso cuando Uribe el 24 de agosto expresó a Jorge Castro, general y jefe de la policía nacional colombiana; “General lo felicitamos esa es una muy buena noticia para el país, pero capturemos a todos mi General, mi General haga cosecha”.

Según la directora del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), Luz Marina Rodríguez, ‘El Padre Camilo’ fue capturado en Sao Paulo, Brasil (donde reside desde diez años), provisionalmente y las autoridades colombianas ya lo pidieron en extradición.

Dice Rodríguez que el padre Camilo ejerció como secretario de Manuel Marulanda Vélez, alias ‘Tirofijo’. Según la funcionaria, citada en el diario de El Tiempo el 24 de agosto, el DAS había emitido la circular roja para que fuera capturado por la Interpol, pues en Colombia la Fiscalía requiere al guerrillero por los delitos de rebelión y homicidio.

Son antecedentes falsos, lo que el lector puede leer en la entrevista aquí abajo, realizada en la zona guerrillera en marzo del 1998, es decir, unos nueve meses antes que comenzó el proceso de paz con el presidente Andrés Pastrana.

Primeramente Camilo López no fue “secretario de Manuel Marulanda” sino secretario personal de Jacobo Arenas, cofundador de las FARC.

Segundo, acerca de la acusación de homicidio, esto sería imposible ya que el religioso nunca anda armado, ni en Brasil ni en territorio guerrillero y la orden de Arenas y el Secretariado era preciso.

Decía el prelado 1998 en la entrevista:

D.E: Y hay también combates con el enemigo. ¿Usted participa?

P.C: Yo recibí una orden directa del camarada (Jacobo Arenas, nota del redactor) de no participar en combates directos con el enemigo. Porque él me decía que no era mi puesto. Porque en un Ejército revolucionario en un movimiento revolucionario, se procura que las personas trabajen, según sus capacidades, y sus posibilidades y sus destrezas. Yo como sacerdote no sé disparar. Pero si en casos extremos es necesario entonces hay que prepararse.

D.E: ¿Y en caso de una emboscada, si son sorprendidos?

P.C: Es uno de los casos en que dijo el Comandante que podría actuar si fuese sorprendido. “De lo contrario, Usted no debe participar directamente en la línea de fuego. Puede ayudar a trasladar enfermos, ayudar a curar heridos, a buscar alguno que se perdió, irlo a buscar, llevar comida a asistir. Porque es que no sólo pelea él que tiene el fusil en la línea de fuego. El combate es el desarrollo de un conjunto de acontecimientos políticos-militares que se suceden en el tiempo y en el espacio, en función de la revolución, como en el ataque a Casa Verde (realizado por el ex presidente Cesar Gaviria el 9 de diciembre del 1990).”

El Tiempo participa en la guerra psicológica

No solamente son incorrectas e imprecisas las acusaciones estatales colombianas sino se basa, como el artículo del periodista de El Tiempo, en adivinaciones y especulaciones sensacionalistas como la nota de la revista Vega de la derecha brasilera. Ella sostiene, sin nada de pruebas, ni siquiera indicios, de que el padre Camilo habría entregado cinco millones de dólares a la campaña electoral de ´Lula´.

Como era fácil de rechazar esa “fuente” de la inteligencia militar brasilera con fines políticos, no solamente contra las FARC sino también contra al gobierno del ex obrero metalúrgico, el diario El Tiempo del vicepresidente colombiano reformula su versión del 25 de agosto diciendo que el padre Camilo “fue el encargado (del Secretariado de las FARC) de ofrecer cinco millones de dólares a miembros del Partido de los Trabajadores (al que pertenece el presidente de Brasil Luis Ignácio Lula) para las campañas políticas en el 2002.”

Esa denuncia que apareció en el mes de abril justo cuando me encontraba en el campamento de Raúl Reyes, integrante del órgano máximo de las FARC, el Secretariado, fue un tema de la entrevista con el jefe guerrillero. Reyes lo rechazó rotundamente pero El Tiempo, conociendo la declaración de Reyes publicada en varios medios colombianos e internacionales, ignora la posición guerrillera, cosa insólita para un periodista.

El padre Camilo que se encuentra como representante de las FARC en Brasil desde diez años se ha movido abiertamente como cualquier extranjero con residencia permanente. Nunca ha sido acusado por haber cometido delitos sino ha sido una persona de la oposición política colombiana que Uribe ha intentado de acallar durante sus tres años en el poder. Una vez fue detenido por las autoridades en Foz de Iguazú pero casi inmediatamente liberado.

Padre Camilo López no ha sido extraditado a Colombia y sería sumamente grave si el gobierno de ´Lula´ se rindiera ante las pretensiones de Uribe, acusado de legalizar a los escuadrones de la muerte en Colombia a través la “Ley de Justicia y Paz”, que no es la primera ni la segunda sino “Ley de Impunidad”, como caracterizó Amnistía Internacional, una ley que ha sido duramente criticada por todos los organismos internacionales y colombianos, menos los Uribistas en el congreso.

Espionaje desde la embajada colombiana en Estocolmo

El gobierno de Uribe sigue sus intentos de apagar la oposición política en el exterior. A final del mes de julio ancló el buque colombiano Gloria en el puerto de Estocolmo, donde fue recibido por un grupo de manifestantes y exiliados colombianos que llamaron a la tripulación de desertar de la Armada Nacional y no prestar servicio a una institución en donde altos oficiales han sido condenados por la Procuraduría de crímenes y violaciones de los derechos humanos en alianza con los grupos paramilitares.

Desde el buque los manifestantes fueron documentados por el segundo secretario de la embajada colombiana en Estocolmo que sacó fotos a los manifestantes. Pero el ex militar fue “pillado” y él mismo fue fotografiado cuando estaba cometiendo una violación al derecho internacional humanitario en protección a refugiados políticos en el exterior. La asociación Jaime Pardo Leal en Suecia ahora va a iniciar un proceso judicial contra el “diplomático” que nos hace recordar el espionaje de la embajada chilena en Estocolmo durante la dictadura militar contra los exiliados chilenos en Suecia.

En el vespertino Aftonbladet, el diario más grande de Suecia con un tiraje de medio millón de ejemplares diariamente, fue publicado una foto del segundo secretario del embajador Carlos Holmes Trujillo cuando este registraba con su camera a los asilados políticos colombianos en Suecia.