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domingo, 31 de enero de 2010

COLOMBIA: Paramilitares, Dole, Chiquita y ¿un sindicalista al servicio a quien?










Cuando el presidente sindical protestaba desde la oficina de Chiquita contra reportaje publicado a favor a los obreros bananeros en Colombia

¿Al servicio de quién esta Guillermo Rivera, presidente del sindicato bananero en Colombia?


Primera parte: viernes 29 de enero de 2010:
Colombia: Así fue el ‘servicio paramilitar integral’ para Dole y Chiquita, Por Argenpress:
http://www.argenpress.info/2010/01/colombia-asi-fue-el-servicio.html



Por Dick Emanuelsson



CENTROAMÉRICA / 100131 / ¿Puede un sindicalista apoyar un régimen abiertamente antipopular y antisindical, enviar homenajes a uno de los más sangrientos generales colombianos, acusado múltiples veces por los organismos de dd.hh. y hasta los mismos y máximos jefes paramilitares de ser uno de los creadores del monstruo que regó las zonas bananeras en Colombia de sangre obrera y para el colmo, desde la oficina de BANADEX (sucursal de Chiquita en Urabá), enviar una carta de protesta al semanario de la central obrera sueca por un reportaje que solo transmitía lo que decía los obreros y los representantes del sindicato regional y así entregar información real sobre la guerra contra los trabajadores bananeros en Colombia, desde una de las fincas de Chiquita en Ciénaga?

Esa es la pregunta que cualquier ser normal debe hacerse cuando se trata de Guillermo Riveras, presidente nacional del sindicato nacional de los obreros bananeros.

* * *

A final de noviembre del 2000 pasé tres días haciendo reportaje en diferentes fincas en Cienaga, una de las dos regiones bananeras de Colombia. El extenso reportaje fue publicado en seis páginas de LO-TIDNINGEN, el semanario de la central obrera sueca, un medio muy poderoso políticamente en el país escandinavo.

El reportaje fue publicado el 12 de enero de 2001. El 24 de enero fue asesinado JOSÉ GÜETTE, presidente seccional del sindicato SINTRAINAGRO. Este me había facilitado el reportaje y me había acompañado durante los tres días en la zona bananera. También nos acompañó ROBINSON OLIVERO, fiscal en el sindicato seccional.

Hice un seguimiento del asesinato que fue publicado en el LO-Tidningen a final de enero de 2001, citando como fuente el diario El Tiempo. La nota de El Tiempo también citaba el jefe de la policía de Ciénaga que relataba que la policía había detenido un supuesto paramilitar acusado por el asesinato a Güette. También mencionaba que Güette fue asesinado durante las negociaciones del convenio colectivo entre Chiquita y Sintrainagro.

Después de la publicación del reportaje y la noticia sobre la muerte de Güette, a la redacción del LO-Tidningen en Estocolmo llegó una carta de protesta [1]. La carta había llegado primero a una firma de consultores de la Asociación de Industriales Suecos (Svenska Industriförbundet), es decir la contraparte sindical sueca. En la carta se pudo constatar que el fax había sido enviada de la oficina de BANADEX S A URABÁ, que es la filial de Chiquita en Colombia.

Más preocupado por Chiquita que los afiliados

La carta era firmada por Guillermo Rivera con fecha de 7 de febrero de 2001. Rivera, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Agropecuaria SlNTRAINAGRO), protesta por mi reportaje sobre Cienaga:

“Denuncia ante la opinión publica y el movimiento sindical nacional e internacional la actitud irresponsable del señor DICK EMANUELSSON del diario SWEDISH NEWSPAPER LO de Suecia, donde viene haciendo unos comentarios y señalamientos a la producción bananera de Colombia sin haber hecho una investigación de todas las áreas en producción de banano, afectando de esta manera la comercialización de banano colombiano, en Europa y E.E.U.U. cuando ésta es una de las fuentes de empleo mas fuerte en el sector de la agricultura que tenemos en Colombia”.

Agrega que este reportero no tiene autorización de hacer reportaje sin permiso y tampoco puede escribir sobre la muerte de Güette, que solo a final de la carta menciona [vea anexo).

“. . . no aceptamos que sin coordinar con nuestra organización sindica1 en Colombia en una forma colectiva se este hablando a nombre de la organización y haciendo señalamientos directos, en casos como la muerte del compañero JOSÉ LUÍS GUETTE, dirigente sindical en Cienaga Magdalena, que solo le compete a la organización sindical y a la justicia colombiana”, termina la carta que un colega sueco resumió con el comentario; “Parece que el señor Rivera esta más preocupado por las ganancias de Chiquita que la vida de sus propios afiliados”.

BANADEX condenado por contrabando de armas a las AUC


El 7 de noviembre del mismo año, es decir nueve meses después la publicación sucedió lo siguiente:

“BANADEX fue la responsable de descargar y almacenar por cuatro días 3.400 fusiles AK-47 y cuatro millones de cartuchos 7.65 de un sonado caso de desvío de armas de Nicaragua a las AUC. Castaño se referiría al ingreso de este contrabando como su ‘mejor gol’ y como uno de los hechos decisivos para imponerse militarmente. Esto sucedió en la zona aduanera especial que por años controló Banadex y que obtuvo gracias al pago de un soborno a funcionarios de la DIAN”, escribía la revista Semana el 17 de marzo de 2007 con fuente a las investigaciones del Departamento de Justicia de Estados Unidos. [2].

La revista también relató que el Departamento de Justicia de Estados Unidos, gracias a “las investigaciones periodísticas de los reporteros Mike Gallagher, en Estados Unidos, e Ignacio Gómez, en Colombia, también han aportado elementos para armar el dossier de corrupción y complicidad entre la bananera y los paramilitares”. Chiquita fue sentenciada en octubre de 2001 por una suma irrisorio 100.000 dólares en Estados Unidos por sobornos a funcionarios de DIAN mientras en Colombia, el aparato judicial archivó inexplicablemente el por que caso no encontró méritos para condenar la empresa, a pesar una investigación de la OEA.

Por su lado la revista Semana concluyó este tema con las siguientes líneas:

“Pese a que la bananera aceptó su culpa desde 2004, en Colombia no hay procesos contra Chiquita, Banadex o sus directivos en esa época. Ni por financiación de grupos paramilitares, ni por el soborno pagado para obtener la operación del puerto, ni por el cargamento de armas que ayudaron a entrar por él. Incluso parece que en algunas entidades, como en el DAS, lo que se buscó fue entorpecer las investigaciones que podrían relacionar a esta empresa”.

Según la evidencia acumulada, Banadex servía como una alcahueta comercial y militar para los paramilitares. Y desde su oficina fue enviada la carta de protesta al reportaje en Cienaga de este reportero por el entonces y también actual presidente nacional del sindicato bananero Sintrainagro, Guillermo Rivera.

Homenaje al “Carnicero de Urabá”

El señor Rivera se ha hecho conocido en el mundo sindical colombiano por haber entregado un saludo de solidaridad y homenaje al general Rito Alejo del Río. Éste fue comandante de la Brigada 17 del Ejército en Carepa pero destituido en su cargo a final de la década 90. Fue acusado por haber sido el Padrino de la creación de grupos paramilitares en Urabá, confirmado por los mismos jefes paramilitares. En el homenaje, celebrado el 29 de abril de 1999, en el Hotel Tequendama, propiedad del ejército colombiano en Bogota, estuve presente Álvaro Uribe y los más destacados políticos de la extrema derecha colombiana [3].

La acusación de creación de grupos paramilitares en Urabá la hizo también el coronel Alfonso Velazquez, subcomandante de la Brigada 17 en Carepa, que el 31 de mayo de 1996 en carta escrita al alto mando del Ejército denunció la siniestra alianza de Del Río con los paramilitares. La denuncia la recibieron los Generales Bonnet y Harold Bedoya, quienes enviaron al General Adrada a investigar los graves hechos denunciados. Este concluyó que debía destituirse al denunciante, no al denunciado, y así se hizo.

Por su parte Uribe, como Gobernador de Antioquia, a finales del 96 condecoró a del Río, otorgándole el título de ‘el pacificador de Urabá’, mientras el movimiento popular y los organismos de derechos humanos le tildaron el nombre “el Carnicero de Urabá”. [http://www.derechos.org/nizkor/colombia/doc/paz/alejo.html].

Rivera ha sido también candidato al congreso nacional. Escribe Álvaro Delgado, investigador del CINEP (Centro de Investigación y Educación Pular) y columnista de Actualidad Colombiana:

“En las elecciones para Congreso de marzo pasado [2006], el actual presidente de la organización, Guillermo Rivera, ex directivo nacional de la CUT y ahora declarado uribista, fue candidato a la Cámara por Convergencia Ciudadana, de Luis Alberto Gil, jefe de una red mafiosa que trafica con dineros públicos y votos a través de varias ONG, ARS y EPS y que está bajo investigación judicial. Convergencia es el grupo que fue expulsado del Partido de la U y rechazado por Cambio Radical, ambos reconocidas agrupaciones del Presidente”. [4]:

“No realizar campañas internacionales”

Según una fuente, que mantengo en reserva por su seguridad, el reportaje sobre la lucha del sindicato de los obreros bananeros en Ciénaga salió en momentos cuando se negociaba entre COLSIBA (Sindicatos Bananeros Latinoamericanos y Caribeños, entre ellos Sintrainagro), la UITA (Unión Internacional de los Trabajadores de la alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines) y Chiquita un “Acuerdo entre La UITA/Colsiba (Coordinadora Latinoamericana de Sindicatos Bananeros) y Chiquita Sobre Libertad Sindical, las Normas Laborales Mínimas y el Empleo en las operaciones Bananeras en America latina”.

Cuando el reportaje sale a la luz publica en un semanario sindical internacional, surge una situación muy tensa y personas influyentes de la Chiquita quiere retirarse de las negociaciones, porque entre las tres partes había un acuerdo que decía:

“No realizar acciones tales como campañas públicas internacionales o represalias anti-sindicales que puedan socavar el proceso contenido en este Acuerdo” [5].

No sé si eso puede ser uno de los motivos por que llegó la carta de protesta al LO-Tidningen de Guillermo Rivera y Sintrainagro para desprestigiar mi trabajo y para mostrar ante la Chiquita que Sintrainagro y UITA negociaban en serio.

En todo caso hay todavía una pregunta clave que el jefe paramilitar Carlos Tijeras, confeso asesino de José Güette, no ha respondido, y es; ¿Quién fue el autor intelectual del asesinato de Güette? ¿Quién lo solicitó? Tijeras solo ha dicho en su confesión ante la fiscalía colombiana y las autoridades estadounidenses que el creía que Güette era de las FARC, muy poca sustancia para quitar la vida de un ser humano, aún siendo paramilitar el asesino.

La respuesta a esta pregunta podría aclarar mucho sobre las relaciones entre todos los implicados en la guerra sucia y la corrupción en Colombia.

NOTAS:
[1] La carta de protesta de Guillermo Rivera al semanario de la central obrera sueca el 7 de febrero de 2001.
http://dickema24.blogspot.com/2010/01/la-carta-de-protesta-de-guillermo.html

[2] Banana ‘para-republic’, Revista Semana, 17 de marzo de 2007, http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=101602

[3] El General ® Rito Alejo Del Río: baluarte del paramilitarismo bajo el blindaje de la impunidad
http://www.arlac.be/paramilitarismo/html/pdf/deuda15.pdf

[4] ¿Sindicatos de paramilitares?
http://movimiento13deabril.blogcindario.com/2006/06/00364-sindicatos-de-paramilitares.html

[5] “Acuerdo entre La UITA/Colsiba (Coordinadora Latinoamericana de Sindicatos Bananeros) y Chiquita Sobre Libertad Sindical, las Normas Laborales Mínimas y el Empleo en las operaciones Bananeras en America latina”.
http://www.iufdocuments.org/www/documents/Chiquita-es.pdf

Colombia: La fusión entre Sintagro y Sintrabanano y la “entrega” de EPL a sus antiguos enemigos

Por Dick Emanuelsson

El proletariado del banano colombiano, dirigido por el Partido Comunista Colombiano (PCC), la Unión Patriótica y el Frente Popular, frente de masa de la guerrilla maoísta de EPL, adelantaron sus posiciones en Urabá a final de la década de -80 y resistían a los generales y los dueños de las bananeras que incluso querían carnetizar los habitantes para así tener un control total de la región que posee de grandes recursos naturales.

En las primeras elecciones para alcaldes y gobernadores de 1988, una reforma que fue el resultado del acuerdo de “Cese de Fuego de la Uribe” de mayo de 1984, entre la guerrilla de las FARC y el gobierno conservador Belisario Betancourt, la izquierda urabaense tuvo grandes éxitos y fue la primera fuerza política en esa parte geoestratégica parte de Colombia. Es una zona y cercanía a la cintura de America Latina, el Darién, indispensable para el Departamento de Estado y el Pentágono y los macroproyectos que tienen los Estados Unidos.



EN 1990 Y 1991 COMENZARON las desmovilizaciones de las guerrillas del M-19, EPL, Quintín Lame y PRT. En Urabá una minoría del EPL se sostenía en armas mientras la mayoría fundaron el partido Esperanza Paz y Libertad que se alió con los viejos bipartidistas, principalmente a los liberales que eran los caciques políticos tradicionales en Urabá antes de la reforma de elecciones libres y populares a las alcaldías en Colombia.

A pesar de eso, la Unión Patriótica y el PCC mantuvieron solos, sin el Frente Popular, las alcaldías en siete de los once municipios en el eje bananero de Urabá en las elecciones municipales y regionales el 1992.

Con el resultado electoral favorable de la UP/PCC se intensificó la guerra sucia con masacres semanalmente en las fincas bananeras y en el campo de Urabá. En Urabá reinaba el terror y muchos de los dirigentes bananeros y dirigentes populares de la Unión Patriótica o el Partido Comunista Colombiano en Urabá fueron asesinados sucesivamente durante los años 1993-1998. Solo el PCC tuvo que enterrar más de mil (1000) de los mejores cuadros en una región con entonces 256.000 habitantes. Cuando los paramilitares o el ejercito lograron de asesinar o erradicar físicamente a los dirigentes de la izquierda auténtica de Urabá, fueron encarcelados por el estado como el caso de los tres alcaldes en Apartadó, Turbo y Chigorodó, los tres municipios más importantes en Urabá, sentenciados a 50 años de cárcel pero absueltos después de 4-6 años por que eran victimas de montajes estatales. Decenas de concejales y diputados a la Gobernación de la UP y PCC fueron masacrados igual como lideres sindicales.



¿POR QUÉ FUERON EXTERMINADOS? Sencillamente por que la mayoría de la guerrilla maoísta del EPL que se desmovilizó el 1991 se alió con Fidel y Carlos Castaño de las AUC y con el ejército nacional de la 17ª Brigada con sede en Carepa. Comenzó la cruzada sangrienta en Urabá para romper el control político de la izquierda y un sindicato clasista como lo era Sintrainagro.

Los antiguos aliados políticos y sindicales en las fincas bananeras, el Frente Popular, fachada civil de masas del EPL, se volteó y se unió con los asesinos de las AUC y el ejército. Los ex–EPL y su partido; Esperanza Paz y Libertad crearon un grupo paramilitar, Los Comandos Populares y participó en la guerra sucia al lado el paramilitarismo o como “sapos” para el ejército y las AUC.



LA PEOR Y LA MÁS SANGRIENTA ÉPOCA de Urabá coincidió con el periodo de Álvaro Uribe como gobernador en el departamento de Antioquia (2 de enero 1995-1997) en donde se encuentra la región de Urabá. Legalizó el paramilitarismo en los grupos llamados CONVIVIR que posteriormente fueron disueltos por el gobierno nacional por ser considerados justamente como paramilitares legales.

Varios de los ex guerrilleros, milicianos o ex Frente Popular volvieron, como el caso de Carlos Franco y José Obdulio Gaviria, a asesores políticos al vicepresidente Francisco Santos y Álvaro Uribe respectivamente con posiciones de extrema derecha.

Alrededor de ellos han congregado un pequeño grupo de sindicatos seccionales en Medellín que son sacados por Uribe como idiotas útiles cuando éste tiene una visita de congresistas estadounidenses o delegaciones sindicales en donde los “amarillos” se declaran a favor al Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU., contraria la posición de las centrales obreras o sostiene que en Colombia casi no se mata hoy sindicalistas gracias de la política de “seguridad democrática”.

Así se ha cerrado el círculo en donde estos ex maoístas, muchas veces con posiciones sectarias y de extrema izquierda, han regresado a la casa patronal.